Para ello Ali, nos dejó una caja llena de cositas y nos planteó un problema. Tenía que separa las cosas que huelen de las que no huelen.
¡Manos a la obra!
Descubrimos que no todo tiene olor, que unos olores nos gustan más que otros, que algunos olores hacen que nos entre apetito... (¡¡el chocolate está volando!!
Pero lo que si volvimos a comprobar es que nos encanta experimentar.
Después clasificamos todos estos objetos en dos cajas. Los que huelen y los que no huelen.
Y nos ha quedado un rincón de lo más perfumado... Pero sólo por un lado, jejejeje...
Inma.
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